Steffi und ihr Bruder
Pierre Noire, charcoal and graphite on paper.
viernes, 21 de diciembre de 2012
sábado, 15 de diciembre de 2012
domingo, 9 de diciembre de 2012
Benaluría
De nuevo y con la sola compañía del caballete de campo, he vuelto esta mañana a Benalauría, con la intención de dibujar un rato alguno de sus rincones y disfrutar del tapeo (invitación de Lourdes y Diego) que ofrecía la celebración de una jornada sobre los productos del Valle del Genal (con mucho público, por cierto). Tenía la intención de haber vuelto por aquí, como todos los años, a mitad del otoño - que es cuando esta comarca ofrece una gama de ocres, rojos, amarillos increíbles-, pero las obligaciones y el temporal de lluvia me lo han impedido. Ya han caído casi del todo las hojas, con lo que el lecho, a poco que te asomes a la cuneta, es un manto de un rojizo vivísimo, con toda la gama de los colores cálidos desplegada y el olor a humedad, ahora que el agua corre por todos lados y el Genal va lleno (cuando lo crucé la última vez apenas llevaba agua). Es un pueblecito el de Benalauría que da gusto verlo, como todos los que bordean ese valle, aunque tiene algo especial, quizá por su orografía tan abrupta y su orientación hacia la umbría: subes, bajas, subes, bajas...y así siempre. Lo he visitado en muchas ocasiones y disfrutado de su gastronomía (en el Mesón La Molienda), de su curioso museo y de sus gentes, verdaderamente acogedoras. Lo conocí a través de Diego, cuyo padre nació allí y tengo un recuerdo especial, precisamente, del día en que asistí al entierro de su madre. Era a finales de enero o comienzos de febrero y quedé sobrecogido por el contraste que ofrecía el cementerio, de un blanco que dañaba la vista y el verde intenso del valle, con ese azul límpido de un cielo que no se acaba nunca hacia la serranía, lejana, de Ronda. Pensé: "qué delicia de sitio para descansar en paz por los siglos: no debe haber cementerio en el mundo más alegre que este....si es que le podemos encontrar el lado amable a un lugar así." Y la misma estampa ofrece el pueblo: blanco, rojizos, azul, verde intenso.....Y, al fondo, la imponente serranía rondeña. Vamos, un lujo de lugar (por cierto, una de las fotografías es de Gaucín, lugar en el que siempre me detengo a tomar al café mañanero con su mollete con tomate y aceite, como debe ser!)
miércoles, 5 de diciembre de 2012
Señor Desconocido
Acabo de encontrar este pequeño dibujo (unos 25x18 cms) que debí realizar hace eones de tiempo......, cuando tenía unos 17 años. Creo recordar que estaba hecho de alguna fotografía de uno de los pintores impresionistas franceses, o de algún literato cercano a ese círculo. Con el tiempo me resultó gracioso que algún amigo me dijese que se parecía mucho a mí mismo y, como me he topado con la fotografía intentando poner algo de orden en el caos de mi ordenador, la subo aquí con la sensación de estar sacando a orear algo muy antiguo y olvidado: "salga usted, señor desconocido y dé un paseíto, que el aire fresco le sentará bien", je,je... El caso es que, ahora que lo miro, me gusta....Lástima que no sepa ni dónde pueda estar (en alguna carpeta enterrada el el fondo de un cajón profundo).
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